InicioAverigua los consejos y técnicas para cuidar la piel.

Cómo mantener tu piel sana, fuerte y sin arrugas por más tiempo. ¿Qué es lo que ocurre exactamente con la piel durante la vejez?

Nada bueno, la verdad. “En los adultos mayores, la piel se adelgaza y va perdiendo su capacidad de lubricación natural, ya que las glándulas sebáceas comienzan a desgastarse. Esto hace que se vuelva mucho más reseca y frágil, tanto a nivel superficial como profundo”, responde Héctor Fuenzalida, dermatólogo de IntegraMédica.

A medida que envejecemos, la piel “pierde grosor en todas las capas —la epidermis y la dermis—, y también se empieza a perder la grasa en ciertas zonas, como en los brazos, las pantorrillas y en el dorso de las manos”. Asimismo, la piel pierde fuerza, tensión, turgencia, elasticidad y, también, su capacidad de retener el agua. Por esa razón es que se deshidrata y reseca con mayor facilidad.

¿Algo más que agregar a esa lista de desgracias? En el caso de las mujeres, se agrega otro factor a todo esto: tras la menopausia, la producción de estrógenos disminuye notablemente, lo que merma la producción del colágeno, que de por sí vuelve la piel “mucho más blanda y débil”, dice Barría.

El Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos (NIH, en su sigla en inglés), establece algunas razones posibles para que la piel se reseque con mayor facilidad durante la vejez:

·         No beber mucho liquido

·         Pasar mucho tiempo exponiéndose al sol o bronceándose

·         Vivir en lugares con aire muy seco

·         Fumar

·         El estrés

·         Perder las glándulas de sudor y aceite, lo cual es común con la edad

Consejos para un mejor cuidado

Ciertas prácticas comunes tienen, también, efectos y consecuencias comunes. En esa línea, los especialistas aportan algunas recomendaciones para que, desde la acción, se puedan evitar daños sobre la piel que expongan a las personas a otras circunstancias que afecten su bienestar.

  • Tomar baños cortos (máximo 5 minutos): “Cuando estos son largos, y con agua muy caliente y mucho jabón o champú, la piel pierde su manto protector”, dice Héctor Fuenzalida.
  • Con agua tibia, nunca caliente: las duchas o baños con agua muy caliente disuelven la grasa superficial de la piel que funciona como manto protector.
  • No refregar la piel con paños o esponjas: al ser ásperos, este tipo de implementos de baño generan que la piel vaya perdiendo su continuidad, produciendo incluso fisuras o erosiones que puede producir ardor o picor.
  • Cuidado con el uso de jabones: Katherine Barría explica que los jabones que tienen detergentes disuelven la grasa, por lo que terminarán destruyendo el manto de grasa lipídica.
  • Evitar los perfumes, colonias y talcos directamente sobre la piel: los perfumes y talcos habitualmente son en base a alcohol, por lo que sensibilizan la piel y pueden producir algunas alergias, como dermatitis de contacto irritativas o alérgicas, particularmente con los productos que tengan fragancias o perfumes.
  • Hidratar la piel tras la ducha o baño: lo ideal es utilizar una crema hidratante sin fragancia, por lo mencionado en el punto anterior.