Mitos y realidades sobre la vejez

“Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer" Francis Bacon

A lo largo de los años hemos escuchado ciertos mitos que existen alrededor de la vejez. Estamos en una sociedad en donde los años nos determinan si estamos viejos o no. Sin embargo, existen algunos conceptos que nos ayudan para poder comprender la vejez, y desmentir esos mitos que nos hacen creer en nuestro proceso de vida.

Para poder entender, primero necesitamos conocer la diferencia de dos palabras claves. Una de ellas es el envejecimiento, que se define a aquel proceso por el que todos los seres vivos comenzamos a tener desde el mismo momento de la concepción. Por otro lado, la vejez, es una etapa de este proceso de envejecimiento. 

Nos han hecho creer que cuando comenzamos a llegar a la vejez, vamos a sufrir ciertas enfermedades, pero lo cierto es que no hay ninguna enfermedad que sea específicamente de los adultos mayores y que a los jóvenes no les dé. A cualquier persona le puede dar en cualquier punto de su curso de vida, una de ellas puede ser la osteoporosis, artrosis o la demencia senil. La vejez y la enfermedad no son lo mismo. 

Pero realmente, ¿quién está viejo? . El término adulto mayor es un error, porque hace referencia a todas las personas mayores de 18 años con capacidad de decidir. Se considera a una persona adulta mayor a partir de los 60 años, sin embargo, esto puede variar en todos los países del mundo.

En cuanto a la vejez social, es aquello que el medio en el que vivimos nos permite hacer o no. Está basada en la estética, pues asociamos la vejez con las canas y con las arrugas.

La clasificación de un grupo de cierta edad, permite que la atención desde el sistema de salud sea más específica.  Esta se divide de la siguiente manera:

La tercera edad: el colectivo grande de ancianos se puede dividir en tres grupos: 

• Los ancianos jóvenes: personas entre 60 y 79 años.
• Viejos-viejos: personas entre 80 y 99 años
• Los centenarios: por encima de los 100 años. Se divide en Supra Centenarios, que son los que tienen más de 105 años, y en Super Supra Centenarios, los que tienen más de 110 años.

A partir de esto, se han generado diferentes imaginarios sociales respecto a la vejez. Acá te contamos algunos de los mitos más comunes: 

• Diversidad en la población: no todos los adultos mayores son iguales por pertenecer a este grupo. Aunque se esté viejo, el trato para cada uno debe de ser de manera individual. 
• Inequidad socioeconómica: se aspira vivir hasta los 80 años, pero si se vive en un estrato socioeconómico 1 o en pobreza, la esperanza de vida son siet años menos que las personas que viven en estratos socioeconómicos más altos
• Los ancianos y los niños no son comparables. Este viejismo es uno de los más conocidos, que son esa cantidad de creencias que las personas tienen respecto a la vejez.
• Gerontofobia: es miedo a envejecer. Este es un trastorno mental y requiere tratamiento cuando se lleva a un extremo.
• Síndrome del abuelo esclavo: todas aquellas personas jóvenes que deducen que sus papás tienen que cuidar a los nietos, y los mayores se sienten incapaces de decir que no. 

¿Qué influye en la salud de una persona? 

Factores individuales: depende de algunos factores heredados o enfermedades, de los hábitos o comportamientos que se tienen a lo largo de la vida.

Factores ambientales: depende de las personas con las que se viva, la situación económica, si se tiene que utilizar transporte público o no, de los dispositivos de asistencia, y las instalaciones sociales.

Envejecimiento saludable y activo: hace referencia a que una persona pueda hacer el mayor tiempo posible de manera autónoma sus funciones. Cuidarse y hacer lo que le gusta.

Puedo y debo llegar a la vejez completamente sano, si se llegan con enfermedades es porque la mayoría de las personas no consultan si tienen alguna dolencia y la asocian a la vejez. ¡Lo único normal en la vejez son las canas y las arrugas!

*Este contenido fue realizado gracias a la charla hecha el 8 de abril de 2012 por la geriatra de Sura en Colombia Victoria Eugenia Arango Lopera.