InicioSalud y bienestar¡Qué calor! Un abanico, por favor

El abanico, a diferencia del aire acondicionado, no es una fuente de aire frío que nos refresca, por lo tanto ¿cómo hace que nos sintamos más frescos?

La respuesta está en que el abanico, como los ventiladores, mueven el aire. El aire estancado a nuestro alrededor está saturado de humedad perteneciente a nuestro sudor. Cuando usamos un abanico, conseguimos desplazar el aire húmedo que nos rodea y dejamos pasar aire más seco, que puede admitir nueva humedad perteneciente a nuestro sudor cuando éste se evapora.

Al mejorar el aire que nos rodea, la temperatura ambiente se aprecia más baja debido a que no existe tanta humedad. Al reducirse la temperatura ambiente, la temperatura corporal también se regula mejor y no es necesario que sudemos tanto.

Por lo tanto, cuando utilizamos una de estas herramientas, nos sentimos más frescos porque nos sentimos más secos, al permitirse la transpiración. 

 

Si quieres saber más sobre el abanico, acá te compartimos el artículo “El abanico, un instrumento para combatir el calor y comunicarse”: Introducido en Europa por los portugueses en el siglo XVI, el abanico tal como lo conocemos hoy en día es uno de los utensilios que ha acompañado a la mujer a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un complemento imprescindible de la moda femenina. Además de servir como un sofisticado instrumento de comunicación.

 

Revisa el artículo completo en este link:

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/abanico-instrumento-para-combatir-calor-y-para-comunicarse_17062