El Alzheimer es una enfermedad neurológica que se caracteriza por la pérdida de memoria y las habilidades cognitivas cuando está muy avanzada. Aunque es más común que se presente en adultos mayores, desde los 60 años en adelante, hay un tipo de Alzheimer temprano que puede manifestarse prematuramente, aunque es menos frecuente.
El Alzheimer es un tipo de demencia que le impide a la persona que la padece llevar a cabo sus actividades cotidianas. Aunque es una enfermedad degenerativa, es decir, que empeora con el tiempo, se produce de manera muy lenta y algunos síntomas son difíciles de identificar cuando está en una etapa temprana. El daño neurológico se da primero en las zonas del cerebro que controlan el lenguaje y la memoria, luego puede haber daños mucho más graves como la incapacidad para hablar, comer, controlar esfínteres, entre otros.
Sin embargo, no todas las personas que tienen pérdida de memoria sufren de Alzheimer, pues hay otros factores como el síndrome de estrés postraumático, la depresión, algunos medicamentos, el exceso de alcohol, entre otros, que pueden generar amnesia y ser reversible.
Por eso, para hacer un diagnóstico de esta enfermedad, el paciente debe acudir a una cita con un médico especialista que le hará una serie de pruebas físicas, mentales, exámenes de sangre y toma de imágenes del cerebro como tomografías o resonancias magnéticas.
Las causas del Alzheimer pueden variar entre los pacientes, siendo la más común la edad avanzada debido al deterioro neurológico. No obstante, los científicos y estudiosos del Alzheimer han identificado otros factores que pueden promover el desarrollo de esta enfermedad, como:
El Alzheimer es una enfermedad sin cura, hasta el momento, pero existen tratamientos para disminuir o ralentizar la aparición de los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente. También hay actividades que pueden ayudar como factores de protección neurológica e impedir la aparición de la enfermedad, como:
Si en tu familia hay antecedentes de personas con diagnóstico de Alzheimer, recuerda seguir estos consejos preventivos y visitar a tu médico para hacer los chequeos de rigor una vez al año.