InicioSalud y bienestarYoga, una práctica en donde la edad no es una barrera

Practica el yoga y comienza a armonizar tu cuerpo, mente y alma.

Meditar para soltar, respirar profundo, revitalizar y equilibrar la energía de nuestro cuerpo y mente ha sido lo que más nos ha llamado la atención en esta época de estar tanto tiempo en casa. Gracias a la práctica del yoga, podemos encontrar un estado mental de consciencia y atención plena para nuestra vida.

Además de ayudarnos a estar presentes en el aquí y ahora, es una práctica deportiva con múltiples beneficios para nuestra salud:

  • Mejora la movilidad y la circulación
  • Mantiene un envejecimiento activo.
  • Aumenta la flexibilidad
  • Mejora la concentración y la habilidad mental
  • Mantiene la masa muscular e incrementa la fuerza.
  • Mejora el equilibrio
  • Corrige malas posturas
  • Mejora la respiración

yoga

A medida que vayas practicando esta disciplina vas a sentir tu cuerpo con más energía y lograrás obtener una actitud más positiva frente a la vida. ¿Sabías que el yoga no solo te trae beneficios físicos sino también sociales? Gracias a que suele practicarse en grupo, conocerás nuevas personas, lo cual te va a ayudar a combatir el sentimiento de soledad y depresión. También mejorarás las relaciones diarias como la familia o amigos. Si tu mente está tranquila, actuarás con mayor amabilidad y tendrás la capacidad de construir relaciones más equilibradas y profundas. 

Ponte ropa cómoda y comienza a practicar el yoga, ¡no importa la edad que tengas, esto no será una barrera! Cada entrenamiento se puede adaptar según tus necesidades físicas. 

Aquí te contamos los tipos de yoga más recomendados para adultos mayores:

 

1. Hatha: ese tipo de yoga agrupa todos los tipos de yoga enfocados en realizar posturas físicas. No es necesario tener un nivel de estado físico avanzado. Está centrado principalmente en realizar de manera lenta posturas sentadas y de pie, sin aumentar el ritmo cardíaco.

2. Restaurativo: si quieres liberar la tensión de manera pasiva y sin estirar, este tipo de yoga es el ideal, pues es lento, te relaja y se enfoca principalmente en la meditación. Se pretende sostener las posturas durante un periodo de tiempo más largo.

3. Iyengar: este es comúnmente practicado en adultos mayores que tienen artritis u otras afecciones crónicas. Se utilizan accesorios como correas, bloques o tablas inclinadas para encontrar la postura adecuada.

4. Vinyasa: si te gustan las rutinas más rápidas y con movimientos más fluidos, este tipo de yoga se concentra en el cambio de respiración que hay entre cada postura. Es recomendada para personas que tienen mejor estado físico y llevan más tiempo entrenando esta práctica.

5. Kundalini: más conocido como el “Yoga de la conciencia”, une varios elementos del yoga a la vez: posturas físicas, cantos, meditación y ejercicios de respiración. 

Sin embargo, te recomendamos primero visitar a tu médico para que te aconseje sobre cada ejercicio, y así puedas evitar futuras lesiones o dolencias. Tan solo hay que adaptar las posturas a la fuerza y movilidad que tu cuerpo tiene, no tienes que forzarlo, poco a poco te darás cuenta cómo se moldea a nuevos movimientos.

Es hora de que sientas con más atención el momento presente. Empieza a practicar esta disciplina milenaria y armoniza tu cuerpo, mente y alma.